La clase política heredera y defensora del 78 niega cada día que la forma de Estado sea un problema que preocupe en España. En cambio, sus actos delatan el miedo cerval que tienen a que ese debate pueda plantearse, algo que ha crecido con fuerza a partir de la Catalunya republicana que reivindican los independentistas.
De hecho, fue pocos meses después de la consulta celebrada el 9N de 2014, aquella que impulsó un Artur Más que fue inhabilitado y también embargado su patrimonio, cuando el gobierno de Rajoy decidió que el CIS dejara de preguntar sobre la monarquía. ¡¡Qué casualidad!! Hoy en La Moncloa está Sánchez, pero seguimos sin conocer la valoración que nosotros mismos, los contribuyentes, le adjudicamos a esa institución del Estado. Y algo sucedió un 3 de octubre de 2017.
Pero hoy tenemos Internet, que es como un océano infinito donde cada segundo desembocan millones de contenidos que corresponden a todo lo que se dice y a quien lo dice, y que los algoritmos capturan para destripar. Después, si necesitamos saber algo, los buscadores nos proporcionan las respuestas que les pedimos.
La búsqueda en bruto de información en La Red tiene la ventaja de disponer de una muestra inmensa, lo que normalmente permite que se cumpla aquello de que “cuando el río suena, agua lleva” con una fiabilidad muy superior a la de cualquier encuesta.
Por eso, y como no nos dejan saber si a los españoles les interesa la forma de Estado, por ejemplo, he decidido investigar sobre lo qué hablan los líderes políticos, o lo que los medios se hacen eco de lo que esos líderes hablan. Parto de la idea, difícilmente reprochable, de que aquello de lo que más habla alguien coincide con lo que más le preocupa o, al menos, lo que está más de moda. Y si ese “alguien” son los representantes elegidos democráticamente, lo correcto es considerar que esas preocupaciones son también las de la sociedad. Salvo que pensemos que las urnas no sirven para nada.
He elegido los cuatro líderes principales de ámbito estatal: Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera. No se ha incluido Abascal porque, entre otras cosas, parece que le gustan más las armas que las formas de Estado y, por tanto, solo deberíamos tratarlo como el peligro que significa y, además, con elevadas probabilidades de contagio hacia terceros.
Y también tres bloques de problemas: Laboral, Forma de Estado y Catalunya. Seguro que a usted no se le escapa que el bloque “Laboral” se ha elegido como prueba del algodón, pues los mismos que insisten que la Monarquía no preocupa o que Torra no gobierna, presumen de que ellos sí que se ocupan de resolver nuestros problemas reales.
Para la búsqueda de resultados mediante Google he seleccionado tres palabras distintas para cada bloque. Para el Laboral, las palabras han sido “Salarios”, “Pensiones” y “Desempleo”. Para Forma de Estado, “Rey”, “Monarquía” y “República”. Y para Catalunya, “Independentismo”, “Soberanismo” y “Cataluña”.
Entre las 16:00 y las 16:30 horas del 23 de marzo he realizado las 72 búsquedas, 36 más 36. La primera en el formato sin restricciones y la segunda en el más restrictivo, entrecomillando cada grupo de tres palabras de las combinaciones resultantes. Y dentro de cada paquete de 36 búsquedas, 12 para cada uno de los tres bloques, combinando cada palabra con el nombre y primer apellido de cada líder. Se obtuvo lo siguiente, en cada caso:
36 búsquedas sin restricciones: 432.598.000 resultados. Desglose:
Laboral | 64.415.000 | 14,9% |
Forma de Estado | 167.453.000 | 38,7% |
Catalunya | 200.730.000 | 46,4% |
36 búsquedas con los textos entrecomillados: 39.249 resultados. Desglose:
Laboral | 4.732 | 12,1% |
Forma de Estado | 14.918 | 38,0% |
Catalunya | 19.599 | 49,9% |
Tal como Buenafuente, entre las carcajadas de la concurrencia, finaliza en “Late Motiv” uno de sus monólogos más divulgados, el de los precios del agua y la cerveza en el bar del Congreso de los Diputados, “no hay más preguntas, señoría”. Pero no puedo resistirme a terminar esto gritando que los políticos del 78 mienten sobre este asunto, y lo saben.
Cuando de dos muestras tan dispares en tamaño resultan porcentajes tan similares es que estamos tocando realidad. A partir de aquí seguiremos desglosando, cruzando datos, investigando más y obteniendo todas las derivadas que podamos conseguir. Por eso, continuará… aunque, si a usted le ha entrado el gusanillo, puede hacer lo mismo. Nunca conseguirá cifras idénticas, pues buceamos en el “océano” más vivo de todos, pero sí serán parecidas.
Domingo Sanz
Domingo Sanz
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