“Si Willy Toledo llega a cagarse en Dios rapeando mientras hace una obra con títeres, le cae la
prisión permanente revisable” (@LuisaoMoratalla)
Este tweet resume perfectamente
la tragedia en la que nos encontramos en estos momentos en nuestro país.
Todavía recuerdo la incredulidad
e impotencia que sentí cuando oí la noticia de la detención de los titiriteros,
fue para mí el momento en el que se abrió la veda…
En las últimas semanas el Supremo ha ratificado la condena contra los raperos Valtony y Hásel, han abierto una investigación judicial contra Willy Toledo por cagarse en dios y en la virgen, se ha secuestrado el libro “Fariña” de Nacho Carretero y se ha condenado a la revista Mongolia a pagar 40.000 euros a Ortega Cano por usar su cara en un cartel satírico.
Según
el informe del Ministerio del Interior, ‘Actuaciones en materia de protección
de la seguridad ciudadana 2016’, desde la entrada en vigor de la Ley de
Protección de la Seguridad Ciudadana (Ley Mordaza) se han impuesto un total de
285.919 multas, con una cuantía total de 131.470.206 euros.
La Libertad de Expresión forma parte
de los derechos
humanos de las personas y
está protegida por la Declaración Universal de 1948 y las leyes de todos los Estados democráticos.
Esta
libertad supone que todos los seres humanos tienen derecho de
expresarse sin ser hostigados debido a lo que opinan. Representa la posibilidad
de realizar investigaciones, de acceder a la información y de transmitirla.
Todos
hemos oído alguna vez la famosa frase de Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que
dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.
Y
este es el quid de la cuestión, es fácil defender la libertad de expresión de
los que están de acuerdo conmigo pero ¿qué ocurre cuando la gente hace
ejercicio de esta libertad para criticar
y denunciar actuaciones de los que gobiernan?.
Un
gobierno democrático debe aceptar estas denuncias y criticas porque de eso se
trata; cuando se gobierna para un pueblo; se administra, se decide y es
evidente que no todos los ciudadanos estarán de acuerdo con tu forma de actuar;
un Gobierno ideal no solo debería aceptar estas críticas sino escucharlas,
aproximar posturas e intentar buscar soluciones al descontento que existe, pero
como he dicho antes eso lo haría sería “un gobierno ideal”…
El
Gobierno español no solo no escucha, dialoga y consensa con las voces discrepantes
del pueblo español si no que ha hecho, hace y hará todo lo posible por
acallarlas a base de intimidación y restricción. Ese es el fundamento de la Ley
Mordaza; que nos callemos; esa es su única finalidad; restringir el derecho a
la libertad de expresión de los ciudadanos y que de paso los intimide con
condenas y multas.
Es
muy preocupante la situación en la que se encuentra nuestro país en este
momento, hemos retrocedido en derechos y libertades varias décadas, nos han
robado el estado de bienestar, nos han empobrecido, nos han esclavizado con
leyes laborales que dejan al trabajador totalmente desamparado, muchas familias
no llegan a final de mes, los jóvenes se tienen que ir al extranjero a labrar
su futuro y mientras tanto políticos corruptos, grandes empresarios sin ética,
entidades financieras usureras, monarcas absurdos y obsoletos, la iglesia rancia y anacrónica, fundaciones
fascistas y un largo etc se lucran y se aprovechan de la población. Y si
criticamos, denunciamos o nos quejamos nos multan o nos meten en la cárcel.
La
solución está en la calle, en la movilización y en la concienciación. No
podemos permitir que destruyan nuestro país y sobre todo el futuro de nuestros
hijos, es nuestra obligación dejar a las futuras generaciones un país mejor que
nos lo encontramos nosotros, si seguimos en esta línea, seremos la primera
generación tras la Guerra Civil que no va a poder cumplir esto y personalmente
creo que es algo que no podemos permitirnos.
Isabel López.-
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